Se estima que cada año 350 millones de personas cruzan legalmente la frontera, y otros 500.000 entran ilegalmente al territorio estadounidense. La frontera entre Estados Unidos y México se extiende 3.169 kilómetros, cruzando ríos, desiertos, ciudades y pueblos desde el Pacífico hasta el Golfo de México.
No hay un solo tramo de barrera a través de toda la frontera, sino una serie de vallas de acero y concreto, cámaras infrarrojas, aviones teledirigidos, sensores, y cerca de 20.000 agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
¿Llegar a una solución?
Es larga la data de tragedias marcada en la historia fronteriza entre México y Estados Unidos, evidentemente un inmigrante intenta pasarlo con éxito incentivado por la búsqueda del sueño americano. En consecuencia, hay miles de muertes terribles e innecesarias.
El Muro Fronterizo que Estados Unidos ha construido a lo largo de su frontera con México tiene la marca de ser el más mortal hasta la fecha. De hecho, son miles las historias que se tienen sobre los intentos rebuscados de muchos extranjeros en cruzar este límite territorial.
Como los inmigrantes mexicanos y de otros países de América Central y del Sur siguen tratando de encontrar su camino en los Estados Unidos, el Congreso está considerando un proyecto de ley de reforma migratoria.
Este proyecto propone soluciones a los problemas actuales de control fronterizo y rutas de acceso a la ciudadanía para los aproximadamente 11 millones de inmigrantes ilegales existentes en el territorio estadounidense.
Paralelamente es necesario recalcar la situación política actual de este país; el presidente electo el pasado 8 de noviembre, Donald Trump, es fiel apoyador de no permitir el paso de los mexicanos a Estados Unidos hasta el punto de hacer el tema una polémica (aunque siempre lo ha sido) en plena campaña presidencial.
Queda ver en los próximos meses y años cómo desencadena esta problemática, si para bien o peor.